La afonía es la pérdida de voz, generalmente producida por una laringitis. Existe una afonía psicogénica, producto de problemas psicológicos y sin ningún fundamento físico, cuyo tratamiento consiste en ayuda psicológica y consejo de algún foniatra. Pero la afonía más común se debe a causas fisiológicas muy variadas.
Entre las causas más comunes de la afonía se encuentran:
– Malos usos de la voz: El forzar demasiado la voz por motivos de trabajo, gritar o llanto continuado.
– La ingestión de productos irritantes: el tabaco, el alcohol, así como pimienta, vinagre o productos químicos abrasivos.
– Enfermedades del aparato respiratorio: como laringitis, faringitis, amigdalitis, alergias, tos persistente, hasta nódulos o tumores.
– Frío excesivo: ya sea debido al clima o por la ingesta de alimentos o bebidas muy frías.
– Causas nerviosas: estrés, nerviosismo, ansiedad, etc.
– Manipulaciones de la laringe: es común cuando se ha realizado ciertos procedimientos médicos, como pueden ser una operación de pólipos o una broncoscopia.
Para la afonía temporal existen innumerables remedios caseros que son de gran utilidad:
– Uno de los más efectivos es el cocimiento de apio en leche: hay que hervir unos 6 tallos de apio (de unos 15 cm de largo) en medio litro de leche de vaca durante 5 minutos. Se retira del fuego, se saca el apio y se deja enfriar la leche. Se bebe una taza por hora hasta notar la mejoría. Es muy aconsejable endulzarlo con miel.
– Otro tramiento muy efectivo es el macerado de cebolla: poner en un vaso el zumo de 1 limón y añadir 1/2 cebolla troceada muy fino. Dejar macerar toda la noche. A la mañana siguiente se cuela y se bebe el líquido.
– Mientras dure la afonía hay que procurar hablar lo menos posible, estar en reposo y beber mucho líquido, sobre todo líquidos calientes.