La lactancia se asocia a la inteligencia

La lactancia materna está asociada con un mejor lenguaje receptivo a los 3 años de edad y la inteligencia verbal y no verbal a la edad de 7 años, según un estudio publicado por “JAMA Pediatrics”

bebe

La evidencia apoya la relación entre la lactancia materna y los beneficios para la salud en la infancia, pero el grado en que la lactancia materna conduce a un mejor desarrollo cognitivo es menos seguro, de acuerdo con el fondo de estudio.

Mandy B. Belfort, del Hospital de Niños de Boston, en Estados Unidos, y sus colegas examinaron las relaciones de duración de la lactancia y la exclusividad con la cognición infantil en las edades de 3 y 7 años, así como la medida en que el consumo de pescado durante la lactancia materna se asocia con la alimentación infantil y la cognición más tarde. Los científicos usaron pruebas de evaluación para medir la cognición.

«Una mayor duración de la lactancia materna se asoció con una mayor puntuación a la edad de 3 años en el “Peabody Picture Vocabulary Test” y con mayor inteligencia en la Prueba de Inteligencia Breve Kaufman a la edad de 7 años, «de acuerdo con los resultados del estudio. Sin embargo, la investigación también detectó que la duración de la lactancia materna no se relacionó con la evaluación de amplio rango de la memoria y las puntuaciones de aprendizaje.

En cuanto a la ingesta de pescado (menos de dos porciones por semana frente a dos porciones o más), la relación entre la duración de la lactancia materna y la evaluación de amplio rango de las habilidades motoras visuales a los 3 años de edad parece ser más fuerte en los hijos de mujeres con mayor consumo de pescado frente a las que lo ingieren menos habitualmente, aunque este resultado no fue estadísticamente significativo, indican los resultados del análisis.

«En resumen, nuestros resultados apoyan una relación causal de la lactancia materna en la infancia con el lenguaje receptivo a los 3 años y con el cociente de inteligencia verbal y no verbal en la edad escolar. Estos hallazgos respaldan las recomendaciones nacionales e internacionales para promover la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y la continuación de la lactancia materna por lo menos hasta 1 año de edad», concluyen los autores.

En un editorial, Dimitri A. Christakis, del Instituto de Investigación del Hospital de Niños de Seattle (Estados Unidos), escribe: «Los autores informaron un beneficio de cociente intelectual a la edad de 7 años a partir de la lactancia de 0,35 puntos por mes en la escala verbal y 0,29 puntos por cada mes en el no verbal. Así, se espera que la lactancia materna de un bebé durante el primer año de vida aumente su cociente intelectual cerca de cuatro puntos o un tercio de una desviación estándar». Según este experto, el problema actual no es tanto que la mayoría de las mujeres no inicien la lactancia materna, sino que no la mantienen.

via: sabervivir.es

Cannabis contra la epilepsia

Es bueno porque adormece las neuronas

cannabis

La marihuana tiene los mismos efectos cerebrales que el freno en un coche: reduce la velocidad con la que se relacionan las neuronas. Esto tiene consecuencias dañinas, como la alteración de la memoria, pero también servirá para tratar la epilepsia, en la que se da un “exceso” de actividad neuronal. Pero, ¡ojo¡ si se abusa, también puede afectar…. a la calidad del semen.

via: quo.es

La comida basura puede dañar la memoria

burger

Un nuevo estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur, la UNSW ha comprobado el daño que produce la conocida como comida basura (aquella con un alto contenido en grasas y azúcares). Según sus resultados, incluso a corto plazo esta comida puede ser perjudicial, al inflamar una región específica del cerebro.

En su ensayo realizado con ratas de laboratorio observaron que, tras una semana alimentando a las ratas con una dieta alta en grasa y azúcar, se producían fallos en la memoria de los animales. Pero, ¿qué produjo esta pérdida cognitiva? Los investigadores notaron que los animales alimentados con una dieta basura tenían una inflamación en la región del hipocampo, aquella parte del cerebro implicada  en la formación de recuerdos y la memoria y una de las primeras regiones afectadas por el Alzheimer.

Como apuntaba la profesora Margaret Morris de la UNSW, «sabemos que la obesidad causa inflamación en el cuerpo, pero no nos dimos cuenta hasta hace poco que también causa cambios en el cerebro”. Es decir, este tipo de dieta no solo afecta a nuestra figura, sino que también puede influir en nuestra capacidad de memorizar.

En el mismo estudio indican que ciertos aspectos de la memoria no se vieron afectados en función de sus distintas dietas. Por ejemplo, todos los animales fueron igualmente capaces de reconocer  algunos objetos independientemente de las distintas dietas que habían ingerido. Sin embargo, las diferencias en la memoria de los animales (dónde estaban colocados los objetos)  surgió incluso antes de que aparecieran diferencias de peso entre ellos.

«Lo que es sorprendente de esta investigación es la velocidad con la que se produjo el deterioro de la cognición«, explica el profesor Morris, de la Facultad de Ciencias Médicas. Según dichos ensayos realizados con ratas, en una semana ya se observaba un deterioro de la memoria. Igualmente apunta que  «nuestros datos preliminares también sugieren que el daño no se invierte cuando las ratas se cambian de nuevo a una dieta saludable, que es muy preocupante».  Así pues, la nutrición afecta al cerebro a cualquier edad, pero con el envejecimiento toma una mayor importancia la prevención del deterioro cognitivo. En palabras del propio Morris, “una persona de edad avanzada con una mala dieta puede ser más propensa a tener problemas«.

via: muyinteresante.es

Estar en forma favorece la buena memoria

deporte

Científicos del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento en Bethesda, en Estados Unidos, aseguran que estar en buena forma física puede ayudar a preservar un buen funcionamiento de la memoria según los resultados de un estudio que publica el último número del “Journals of Gerontology”.

Estudios previos ya habían sugerido esta relación entre el ejercicio físico y el deterioro cognitivo en la vejez pero generalmente siempre se preguntaba a los participantes la frecuencia con que hacían deporte de jóvenes.

En esta ocasión, los investigadores analizaron una muestra de 1.400 hombres y mujeres de 19 a 94 años que habían formado parte del Estudio Longitudinal de Envejecimiento de Baltimore, a quienes se les pidió que caminaran, trotaran o corrieran en una cinta de andar hasta que comenzaran a quedarse sin aire.
Durante ese periodo, una máquina medía la cantidad de oxígeno inhalado y dióxido de carbono exhalado para calcular la cantidad máxima de oxígeno (O2) que el organismo puede absorber, transportar y consumir por unidad de tiempo determinado, indicador que se conoce como “VO2 max”.

«El “VO2 max” es la máxima cantidad de oxígeno usado por los pulmones durante un minuto de ejercicio. Generalmente, cuanto más oxígeno a sus pulmones son capaces de utilizar, más saludable se encuentran», según ha reconocido Carrington Wendell, autor de la investigación.

Los investigadores hicieron un seguimiento a cada participante durante una media de siete años después de la prueba de esfuerzo, y a lo largo del mismo todos se sometieron al menos a una prueba de memoria y concentración y la mitad acudieron a una segunda visita para completar pruebas cognitivas adicionales.

Así, observaron que aquellas personas que estaban en mejor forma física cometieron menos errores en las pruebas cognitivas. Por ejemplo, en el caso de las personas de 80 años, aquellos que estaban un punto más activos que sus contemporáneos cometieron un 25 por ciento de errores en las pruebas.

Wendell y su equipo no estaban tratando de determinar por qué el ejercicio puede ayudar a prevenir la pérdida de memoria en su estudio, pero tras los resultados apuntan que el ejercicio puede tener un efecto directo sobre las células a la hora de enviar señales al cerebro, algo que deberán confirmar en estudios posteriores.

La psiquiatra de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) Deborah Barnes, que no participó en el estudio, ha apuntado que «hubiera sido bueno tener más medidas del “VO2 max”, y no sólo del inicio del estudio».

No obstante, y aunque reconoce la importancia de los resultados de este estudio observacional, ahora lo que queda es analizar en qué beneficia estar en forma al cerebro y, sobre todo, buscar fórmulas «para hacer que la gente salga a la calle y haga ejercicio».

via: sabervivir.es

Ginkgo biloba no funciona

Demostrado que no previene el alzheimer

ginkgo

El Ginkgo biloba es uno de los pocos árboles que quedó tras el desastre de Hiroshima en las cercanías del epicentro. De sus hojas, se extrae un extracto rico en flavonoides cuyas propiedades afirman ayudar a mejorar la circulación sanguínea haciendo más eficiente la irrigación de tejidos orgánicos, reducir la tendencia de las plaquetas a aglutinarse y, hasta ahora, afirmaban prevenir contra la enfermedad de alzheimer, la demencia senil y el Parkinson.

En 2008 ya se demostró, gracias a un estudio publicado en Journal of the AmericanMedical Association (JAMA) por Steven DeKosky, la ineficacia del Ginkgo biloba. Según las conclusiones del artículo: «ante la ausencia de eficacia, la gente debería tener bastante cuidado respecto a tomar un fármaco de cualquier manera, y no hemos visto aquí ninguna evidencia para ventajas potenciales. Además, hay ciertos motivos para preocuparse sobre su uso a largo plazo». Recientemente un nuevo estudio reafirma el estudio de DeKosky. Publicado en Lancet Neurology con la financiación de la empresa Ipsen, fabricante de suplementos vitamínicos que llevan Ginkgo biloba, el nuevo estudio examinó los efectos del ginkgo en 2.800 personas mayores de 70 años con problemas de memoria.

Para el estudio, los pacientes se separaron en dos grupos, unos que tomaban 240 mg de ginkgo y otros solo placebo. Tras pruebas cognitivas realizadas durante cinco años, no hubo una diferencia significativa entre los que tomaron un producto y otro. Mientras que en el grupo de las hierbas chinas fueron 61 las personas que desarrollaron la enfermedad de alzheimer, en el grupo del placebo fueron 73, una diferencia estadísticamente sin importancia que podría ser fruto del azar.

Según Lon Schneider, director del Centro del Mal de Alzheimer en California, «La idea de ingerir una píldora o un suplemento alimenticio para prevenir el Alzheimer es sólo un ejercicio de esperanza hasta ahora«. Schneider recomienda que, antes de seguir tomando algo que no funciona para el objetivo indicado, lo mejor es concentrarse en una dieta rica y saludable que pueda prevenir la enfermedad.

via: quo.es

Alimentos con propiedades neuroprotectoras

Cocina para la mente: los mejores alimentos para un cerebro brillante

ajedrez

Estadísticas científicas predicen que en 2050 unos 114 millones de personas padecerán algún tipo de demencia, como el Alzheimer. Para prevenir las enfermedades neurodegenerativas una científica y un cocinero han aunado sus conocimientos en Cocina para tu mente.

En este libro, editado por Blume, la bioquímica Perla Kaliman y el cocinero Miguel Aguilar, ambos expertos en nutrición, explican los beneficios de incorporar a la dieta diaria los denominados alimentos inteligentes, con propiedades neuroprotectoras, y ofrecen recetas que los incluyen.

«Ayudarán a prevenir, retrasar, mejorar e incluso revertir, en función de la genética de cada uno, enfermedades neurodegenerativas», explica Kaliman, en una entrevista con Pilar Salas de Efe, ya que «el cerebro depende totalmente en su estructura y funcionamiento de los nutrientes».

«Es igual que un coche: te puedes comprar el más caro y con todos los extras, pero sin gasolina no funciona. Puedes hacer entrenamiento mental, aprender idiomas para mejorar la memoria, pero sin los nutrientes adecuados el cerebro no funcionará en todo su potencial y tarde o temprano fallará», ejemplifica la científica.

Frutos estrella

Esa «gasolina» puede venir en forma de arándanos, que los autores definen como «frutos estrella» para el cerebro, al que ayudan en el aprendizaje y la memoria, al igual que el boniato y la patata púrpura.

Las crucíferas -coles, brócoli, coliflor y nabo, entre otras- pueden reducir un edema intracerebral y tienen una potente actividad antitumoral, y aconsejan tomar a diario una cucharadita de cúrcuma por su potencial neuroprotector.

Granada, jengibre, remolacha, soja y sus derivados, té verde y uvas (especialmente negras) también ayudarán al cerebro, al igual que el chocolate negro amargo, con entre un 70 y un 80 % de cacao, por sus propiedades neuroprotectoras y antidepresivas.

Las moléculas con mayor capacidad de protección del cerebro provienen principalmente del reino vegetal, y los autores recomiendan consumir vegetales de agricultura ecológica, ya que «muchas sustancias bioactivas se concentran en sus pieles, donde suelen acumularse los productos químicos y pesticidas que se usan en la agricultura convencional».

En el caso de la soja y sus derivados proponen recurrir a los no manipulados genéticamente, ya que sobre los transgénicos, que abundan en el mercado, «se han documentado sus efectos perjudiciales, especialmente sobre las funciones renales y hepáticas».

La nueva cocina, más saludable

El cocinero Miguel Aguilar se ha encargado de crear recetas para facilitar la ingesta de estos nutrientes a diario, como el chupito de remolacha y granada, alcachofas rellenas de «bulgur» en vinagreta de cítricos, potaje de invierno, ajoblanco de pistacho y «brownie» de arándanos, entre otras.

Aunque nunca es tarde para proteger la salud cerebral, lo mejor es comenzar a cuidarla en la gestación. «Estudios en hijos de embarazadas durante el ‘invierno de hambruna’ en Holanda (1944-1945) y la hambruna en China de 1959 a 1961 demuestran que la falta de alimentación durante la etapa prenatal se relaciona con la incidencia de esquizofrenia en la edad adulta», recuerda Kaliman.

Para proseguir en la infancia, Aguilar ha testado sus recetas con niños y «les gustan», porque «se trata de incorporar estos ingredientes con sentido común a la dieta cotidiana». Todos ellos, añade, «se pueden encontrar en el súper del barrio«.

Y mejor recurrir a estos alimentos inteligentes que a los suplementos alimenticios «que no dejan de ser farmacología», apunta la experta en bioquímica, ya que, «si un alimento es saludable, no es sólo por un nutriente». En general, los recogidos en Cocina para tu mente tienen efectos beneficiosos para otros órganos y sistemas del cuerpo, además del cerebro.

Los autores también previenen sobre aquellos perjudiciales, como el glutamato monosódico, un aditivo utilizado en la industria alimentaria para realzar sabores y que en exceso destruye neuronas; los ácidos grasos saturados, que aumentan el riesgo de desarrollar Alzheimer, y los ácidos grasos trans, presentes en algunos productos elaborados y asociados a enfermedades neurodegenerativas.

Con esta guía de alimentación, los autores pretenden divulgar «una especie de medicina preventiva» donde la alacena sustituye al botiquín.

via: elconfidencial.com